Alaya: Una luz amada || Valeria Ramirez

Descripción

Querido lector, una vez pensé que este era un escrito de poco valor, pero ahora puedo decirte que llevas mucho más que un montón de páginas y letras, si en este momento tienes mi libro en tus manos. Sostienes todo mi corazón en él. Tienes acceso a lo que brotó de la mente de una niña de once años enamorada del evangelio, constantemente absorbida por imaginaciones y sueños, quien quiso entregar una de sus fantasías más tiernas a aquellos a quienes amaba.

Esta pequeña historia nació en el año 2017, en un hogar sencillo y caluroso de San Antonio de Areco (Argentina), donde me llevaron de paseo a conocer a los padres de nuestro pastor Adrián, don Jorge y doña Doris —dos nobles ancianos que se ganaron mi afecto y un lugar especial en mi corazón—. Allí, inspirada por la belleza de aquel pueblo campestre, las historias que contaban sobre los gauchos e indígenas que allí vivían, y en busca de algún entretenimiento, comencé a hacer una serie de dibujos que terminaron en esta historia. Los señores dueños de la casa admiraron con ternura mis garabatos imperfectos de «las inditas», y le dieron tanta importancia que me instaron a escribir lo que estos dibujos relataban. Conmovida por su cariño, les prometí escribirla para ellos y mandársela desde Costa Rica. Fue así como, meses después, inicié mi inexperta labor de escritura. Al principio solo iba a describir religiosamente lo que cada dibujo contenía, por lo que sería un breve cuento, pero no pude. No podía quedarme únicamente con eso, puesto que no podía excluir a Cristo de la historia, de otro modo sería un relato hueco como muchos otros, así que hice de esos dibujos apenas la base de mi obra.

En este libro se cuenta la vida de Alaya, una joven indígena y valiosa, con un espíritu vivo, alegre y fuerte, que, a través del sufrimiento y aventuras, halló un profundo tesoro y fue de enorme utilidad en aquello que es eterno. A través de ella quise ilustrar la clase de mujer que deseo ser. Pero no haría suficiente justicia si me quedara con esa descripción de lo que este escrito contiene, pues la verdad es que esta es una historia de luz. La luz es el personaje principal de esta historia, pero no cualquier luz; no es la luz de Alaya, no es la luz que brota de cualquier personaje o de algún mortal. Esta historia resalta la luz del Sol de Justicia, que hace que el sol oscurezca y se opaque a Su lado; es la luz de Cristo que resplandece sobre nuestras vidas, nos libra de las tinieblas y nos transforma en pequeñas luces que lo reflejan. Aunque esta historia habla de Alaya, en última instancia, de lo que verdaderamente trata en cada parte es de la obra de Cristo en las vidas.

Siempre han dicho que no se debe mirar fijamente al sol, pero ¡oh, me encantaría que miraras fijamente a este Sol Glorioso a lo largo del relato! ¡Míralo, contémplalo, admíralo y disfrútalo, que mirar este Sol no te hará daño, sino que llenará de plenitud a tu alma! Si tan solo pudiera lograr que alguien viera a Cristo un poquito más hermoso de lo que lo veía antes, cumpliré mi objetivo aquí y todo valdrá la pena.